El sorbete de limón al cava es un recurso maravilloso como postre. Muchas veces sustituye una tarta o unos pasteles, sobre todo si la comida ha sido copiosa. Es algo fresco que todo el mundo va a acoger con satisfacción.
Al mismo tiempo, aun después de un postre, e inclusó un café, también resulta perfecto para acompañar una tertulia en torno a la mesa.
Y como no! resulta fantástico en cualquier celebración, o fiesta.
El asunto es cómo hacer un sorbete de limón dulce y cremoso, un sorbete perfecto. Luego os lo cuento. Creo que puedo presumir de ser una experta en este tipo de postre.
Cuando organizo comidas o cenas es fácil que más de un invitado se presente con algo dulce. Podría hacer una estadística de los usos y costumbres en estos casos, y la conclusión es la siguiente: Un 20% traerá flores para la casa, un 10% un detalle decorativo, un 40% una buena botella de vino o de cava, y el 30% restante una tarta, pastas o pasteles.
Evidentemente son datos generales, y por tanto, podemos encontrarnos un día con tres postres y otro día con 5 botellas de vino; pues la anterior composición no siempre tiene por qué presentarse de forma equilibrada en una mismo ocasión.
A veces los invitados anuncian que lo que llevarán, yo si tengo confianza suelo hacerlo. Pero de no ser así y ante la eventualidad de que encontrarnos ante el modelo “expo-tarta” con cinco variantes para elegir, lo más prudente por parte del anfitrión es tener preparado un postre como éste; un sencillo pero resultón sorbete de limón al cava. Para no contribuir con un sexto pastel.
Aunque si los invitados no se conocieran entre sí, podría ser un divertido tema de conversación en los momentos inciales para romper el hielo.
Y bien… cómo hacer un rico sorbete de limón al cava? Lo importante, en primer, lugar son los ingredientes, en segundo la textura, y finalmente la presentación. Ya que vamos a ofrecer una cosa tan sencilla, al menos démoste un toque especial eligiendo unas copas bonitas o personalizándolas con el nombre de cada invitado.
A mí el gris me parece super elegante y combina bien con todo. Sirven además para identificar las copas, cuando son todas iguales y el número de invitados y las circunstancias se prestan a que uno olvide cuál era la suya. Son muy resistentes, no se manchan, y yo diría que se les puede dar más de un uso, siempre que los nombres coincidan evidentemente.
Ingredientes:
– 1 litro y medio de helado de limón, que no sea sorbete de limón.
– 3/4 partes de una botella de cava.
– 100 cc de nata líquida 18%
Preparación:
El sorbete lo haremos practicamente en el momento de ser servido. Es muy sencillo, nos tomará solo unos cinco o diez minutos. Sacamos del congelador el helado media hora antes de hacer el sorbete, pasándolo a la nevera. Le añadimos el cava y la nata y batimos. Yo lo he hecho con Thermomix en velocidad 5, hasta ver que queda integrado pero aun grueso y no líquido. También se puede hacer colocando todos los ingredientes en un bol profundo, o incluso una cacerola y con ayuda de la batidora.
El helado ha de ser cremoso, si compramos uno que venga identificado como sorbete de limón nos equivocamos, ese helado es para servir tan cual, no para mezclarlo con líquido, nos quedará aguado y sin consistencia. Respecto del cava, he comprobado que con cualquiera vale. El resultado siempre va a ser bueno. Así que no os gastéis más de tres o cuatro euros. No es necesario.
Yo suelo traer las copas ya servidas, aunque se puede llevar el sorbete en una jarra bonita y presentarla en la mesa para que cada cual se sirva. El caso es que aun presente una cremosidad y consistencia entre líquida y sólida. Eso se logra batiendo lo mínimo. En unos minutos se deshará competamente en la copa.
A vuestra salud!