Me estoy empezando a poner un poco nerviosilla viendo los días crecer, la primavera asomar, y el mes de marzo que se nos va….Y es que hay otro mes en mi mente, desde hace ya algún tiempo, que también empieza por eme y que me va a traer de cabeza.
En mayo tenemos nada más y nada menos que la comunión de nuestra princesa! Y si su cumpleaños, que es justo tres días antes, me lo viene recordando ya desde las navidades, no os quiero ni contar lo que está siendo ésto.
Lo que debería ser puro trámite y algo natural, como lo es para el resto de la humanidad, para mí es un poco más complicado. A dos meses del evento, no tengo ni traje de niña, ni menú, ni muchas de las cosas que se precisan.
El asunto es que yo trabajo estupendamente bajo presión. Diría incluso que si tengo poco tiempo, soy más eficaz, más ocurrente y más genial. El pensar que tengo tooooodo el tiempo por delante no me estimula nada. Quizás haya exagerado un poco…. en realidad el vestido de Marta está elegido pero aun no he mandado el e mail con sus medidas para la confección. O sea que en estos momentos no existe.
Y digo que el menú está sin solucionar porque evidentemente de ese tema me encargo yo! y…. aun no he tenido tiempo de pararme un momento y pensar. Así que hoy he decidido ponerme al asunto y he empezado por el final. Los petit fours….
Por eso mientras me leéis estáis viendo estas maravillosas chocolatinas de chocolate blanco, el preferido de Marta, con naranja y sal de vino, que les voy a preparar a los afortunados que se sentarán ese día a la mesa.
Y digo afortunados no por mi menú, que estará a la altura, sino por lo bien que nos lo vamos a pasar. Tenemos mucho showman en la familia, empezando por mi marido que canta que te mueres y encima lleva dos meses dando clases de guitarra acústica. No sé para qué pero bueno……
Estoy un poco harta de oír todo el rato el rasgueo de la púa, la repetición monótona de los acordes, y de ver libros y partituras por todo el suelo…… pero cuando me cante una de Elvys en un pase privado se me va a olvidar todo seguro.
Ingredientes:
- Una tableta de 180 g de chocolate blanco Nestlé.
- 2 cucharadas de confitura de naranja dulce.
- 1 poco de sal de vino (en tiendas gourmet).
Preparación:
Fundimos el chocolate blanco al baño María. Con cuidado de que no suba la temperatura del agua por encima de los 30 º. Es un chocolate delicado el blanco. Yo no suelo echar todas las onzas de golpe y me reservo alguna “para enfriar” el chocolate mientras va fundiendo y evitar que se caliente demasiado. Y utilizo una cuchara de madera, la de acero estará fría!
Lo reservamos en un bol y añadimos la confitura a la misma temperatura para que no haya contrastes. Removemos y lo vertemos sobre un papel de hornear o sobre un papel plástico especial de repostería extendiéndolo para que quede una lámina de 1/2 centímetro aprox.
Esperamos a que esté algo solidificado, no mucho, y con un cortador vamos haciendo círculos y retirando el chocolate de alrededor. Añadimos la sal presionándola un poco con los dedos para que penetre un poco y no se suelte. Esperamos a que solidifique totalmente y retiramos las chocolatinas con una espátula.
Ideales no? pues nada! las tenéis al alcance de vuestra mano. Entiendo que no vais a estar tan pirados como yo para preparar un banquete completo para 25.
Pero sí que podéis sorprender con un detalle al final como son estas deliciosas chocolatinas de naranja y sal de vino.