No hace falta saber nada de cocina para presentar este plato sobre una mesa. Es la receta más vistosa y más fácil que hasta ahora os he enseñado. Un aperitivo de salmón, mango y pétalos de rosa que se prepara en cinco minutos. Un aperitivo para sorprender. Una receta para triunfar. Una original combinación, el salmón y el mango, que va a formar parte ya desde hoy de mi lista de aperitivos para quedar bien en una comida o en una cena.
Siempre digo que comiendo se aprende y así fue como descubrí esta forma de comer el salmón en taquitos gruesos y carnosos.
Fue hace unas semanas en una cena privada en mi tienda delicatessen de cabecera; De Torre Gourmet. En una iniciativa genial y divertida; se convocó una “social dinner” a la que fuimos invitados 13 amigos y clientes para cenar con productos de la tienda y así, conocerlos mejor y degustarlos en un ambiente singular, cerquita de la nueva “cava de quesos”, impresionante, y rodeados de los más suculentos manjares en las estanterías próximas.
Tras la reforma, ampliación, de la tienda, se ha creado un espacio multifuncional al fondo, para hacer catas, show cooking o eventos como el que os cuento. El toque genial es que unos de los clientes iba a cocinar el plato principal.
Compartí mesa con mi amigo Fernando de DellaSera, mi heladería favorita en Logroño city sin duda alguna, y Angelines su mujer y cómplice necesaria, con Juan Boronat; un experto en marketing y social media al que sigo porque es un crack, Ana Santos de Eventosfera, cum laude en la misma disciplina, Javier García Moroy, presidente de la Academia de Gastronomía Riojana, y en fin…. otros ilustres comensales todos ellos vinculados, de alguna manera, al mundo de la gastronomía.
Juntos degustamos, entre otras exquisiteces, el delicioso salmón noruego que nos fue servido en tacos pequeños combinado con un bonito escabechado que le iba genial. Tomé nota del primer ingrediente y lo grabé a fuego en mi paladar mental.
La combinación con mango y reducción de balsámico me la sugirió días después “Pita”, alma de De Torre, y gran sibarita. Y el toque de los pétalos de rosa, es cosa mía. Me los traje de un viaje a Suiza, los compré en Globus.
Había ido en busca del manjar noruego para presentarlo en mi mesa el martes pasado. Me visitaba una amiga muy querida de San Sebastián y su pareja. El tiempo no pasa para según qué amistad, y me sigue encantando reírme con ella igual que hace veinte años, y ver que estamos las dos igual de jóvenes y guapas…. sobre todo lo primero.
Os dejo la receta. Ejem…. la receta del aperitivo, la de la amistad, los años, la juventud y la belleza, aun no dispongo de ella.
Ingredientes:
– Salmón noruego ahumando y en lomo entero.
– Reducción de vinagre balsámico.
– Pétalos de rosa comestibles.
– Uno o dos mangos.
Preparación: Creo que está a la vista. Trocear el salmón ( yo lo compré ya troceado ), picar el mango en pequeños dados, añadir un chorro de reducción de vinagre balsámico y decorar con los pétalos de rosa.
Este último ingrediente deberíais encontrarlo sin problema en tiendas delicatessen.
La visita de Esther fue de lo más gratificante, porque no sólo charlamos y comimos estupendamente, sino que en la sobremesa me sorprendió con una caja llena de objetos antiguos para atrezzo, de gran valor sentimental, y que ponía a mi disposición para mis fotografías.
Como éstos que veis, que son de herencia familiar y tienen un montón de años. La copa es una pasada. Es imperfecta y no está recta, se puede apreciar en la tercera fotografía. Es de cuando se hacían a mano…. una maravilla. Un escenario de lujo para una receta de lujo; salmón, mango y pétalos de rosa.