Este pasado fin de semana pareció comenzar a asomar por fin la esperada primavera. Días luminosos, ganas de comprar flores para reponer las marchitas matas de invierno…
Deseos de cambios y de afrontar los próximos meses con nuevas ilusiones, nuevos planes. Me gustan los cambios; a veces los buscamos y a veces nos sobrevienen. Forman parte de la historia de la vida. Flores que nacen, flores que mueren…
Si el otoño me gusta por sus colores ocres… la primavera me entusiasma. La paleta al completo..!! Primero los almendros, las magnolias, mi arce rojo; algo más tarde los primeros brotes de hortensia… Un espectáculo al que asisto admirada año tras año.
Hace unos días preparé este plum cake con intención de utilizar estos moldes tan “primaverales”Me encanta preparar este tipo de bizcochos porque se pueden hacer de un montón de cosas. Aunque lo más típico es incorporar frutas dulces o frutos secos, y a veces algo de licor, una me vez me marqué un plum cake de arroz con leche que fue algo espectacular.
En esta ocasión os traigo esa combinación clásica de frutas y licor. En mi caso frutas escarchadas de las que me sobraron en Navidad que tenía guardadas sin un claro fin o propósito; troceaditas y de muchos colores quedan fenomenal en el corte.
Se me ocurrió añadirle Baileys para ver como quedaba, y bueno… tras un primer plum cake que no sabía a nada de nada porque le puse poquísimo por prudencia y miedo a pasarme ( no por el licor sino por la consistencia de la masa )… rectifiqué cantidades de harina y añadí casi el doble. Entonces sí!
Rectifiqué también otra cosa. Decidí hundir a propósito los trocitos de fruta confitada en el fondo del molde para que estuvieran bien localizados y pudieran ser apartados fácilmente por mis hijos que detestan los bizcochos rellenos de “cositas”.
Ya sabéis que para que queden bien repartidos por la masa hay que enharinarlos y dejarlos caer. En este caso no solo no lo hice, sino que los empujé con una cuchara intencionadamente al fondo, para así tener que evitar comerme el segundo plum cake yo sola!! Fue un éxito.
Sólo me tuve que comer los recortes de las rebanadas. Nada que ver.
Ingredientes:
– 350 g de harina.
– 125 g de mantequilla punto pomada.
– 125 ml de aceite de oliva.
– 250 g d azúcar.
– 250 g d azúcar.
– 4 huevos L.
– 180 ml de Baileys.
– 1 sobre de levadura Royal.
– 75 g de frutas escarchadas.
– azúcar glas para decorar.
– azúcar glas para decorar.
Preparación:
Troceamos muy pequeñas las frutas escarchadas tratando de seleccionar los diferentes colores en cantidades parecidas. En un bol mezclamos los huevos con el azúcar, el aceite y batimos. Añadimos la mantequilla y el Baileys y seguimos batiendo. A continuación incorporamos la levadura, y luego la harina y vamos batiendo hasta que esté todo bien mezclado y la masa sea homogénea.
Con Thermomix: en el vaso vertemos el aceite, el azúcar, los huevos y programamos 1 minuto, vel. 4. A continuación añadimos la mantequilla y el Baileys y batimos 3 minutos, vel 4. Por último echamos la levadura y la harina y seguimos mezclando en la misma velocidad hasta que esté todo bien integrado.
Vertemos la masa en el molde e incorporamos los trocitos de frutas bien enharinados para que queden distribuidos por toda la masa. Precalentamos el horno a 180º y lo dejamos 40/45 minutos. Cuando se temple lo decoramos con azúcar glas.
Con las cantidades que os he indicado salen dos plum cakes de este tamaño que no es demasiado grande.
Otra opción, para entregar como detalle, es empaquetar un par de rebanadas de este rico plum cake en una bolsita de papel como ésta; Chevron negro a rayas.
Lo hecho en casa siempre es algo bien recibido y con lo que vamos a quedar muy bien. Como veis la receta es bien fácil y se prepara en un momento. Ideal para ofrecer en un desayuno si tenemos invitados en casa, o en una merienda de amigas con un café o un té. Este jugoso bizcocho de Baileys con frutas escarchadas es una delicia!