Los niños también pueden tomar, literalmente, el Vermut, claro que sí! …. y si no qué me decís de esta receta de polos de Vermut rojo? Ya en serio, cuando pensé en hacer algo realmente original y fotografiarlo como mi homenaje personal al vermut riojano que elabora las Bodegas Martinez Lacuesta nunca pude imaginar que sería de esta manera, quería hacer algo que no fuera añadirlo a un guiso y que se diluyera quedando relegado a un papel secundario.
Servirlo en una copa imagino que ya sabréis así que …. creo que esta puede ser una buena manera de aportaros una idea sin necesidad de pervertirlo. Os lo presento tal cual, con su hielo, su naranja y su oliva, como toda la vida, pero congelado para la posteridad.
El año pasado por estas mismas fechas me invitaron a su ochenta aniversario, sí he dicho ochenta, y lamenté muchísimo no poder ir e unirme a la fiesta. Guardé el tarjetón ideal, vintage, precioso y también un par de botellas que me llegaron con una etiqueta maravillosa como podéis ver, esperando una buena ocasión para poder abrirlo, por supuesto junto a unos buenos amigos que es como yo entiendo ha de tomarse el vermut.
En casa hemos sido siempre muy de vermut, me refiero en casa… casa, o sea en casa de mis padres. En los años cincuenta y en los sesenta el vermut era lo más. Ellos solían tomarlo en Casa Olivo que todavía sigue en pie aunque más modernito (qué pena). Un día, hace mil años, mi madre me enseñó un dibujo hecho con boli bic en una servilleta. Era ella, de perfil, ante una copa de vermut como la que veis en la fotografía, la clásica. Se lo hizo un dibujante de cierto renombre que también frecuentaba el local, y le puso título y todo: “Tomando el vermut con una oliva”…. o algo así.
Y es que mi madre era una belleza de esas de los años cincuenta, musa de dibujantes de servilletas. Aun lo es… una belleza digo, porque no me consta que haya posado para nadie más. Qué cosas.
Los tiempos han cambiado, el vermut ha vuelto como si lo acabáramos de descubrir por primera vez, mientras la servilleta de mi madre testigo de su previa existencia, envejece en algún cajón o en alguna carpeta (de eso estoy segura porque lo guarda todo). Ahora dicen que es el nuevo gintonic ! Pero nadie se ha atrevido a meterle las bolitas de enebro, ni una rodaja de pepino, ni nada de eso gracias a Dios; aunque seguro que luciría más digno que agarrado a un palito de plástico todo él, no lo niego….
No pretendía caricaturizar la suerte de puñetitas a las que se han visto sometidas algunas bebidas, pero hay que reconocer que mono queda un rato. Por cierto que si mientras leéis esto estáis maquinando algo … abortad la idea.
El alcohol no es fácil de congelar, de hecho voy a dejaros las intrucciones precisas por si os apetece quedaros con el personal y sorprender en casa con esta idea que no deja de ser divertida y original, mucho más que lo de las fresas en el champan y tal. Claro que lo que es beber… poco. Eso creo que salta a la vista.
INGREDIENTES PARA 6 POLOS:
- 100 ml de vermut
- El zumo de una naranja y media
- 100 ml de agua mineral.
- 3 cucharadas de sirope de ágave, o almibar casero (agua y azúcar).
- 6 medias rodajas de naraja.
- 6 u 8 aceitunas.
PREPARACION:
- En un vaso alto, como el de la batidora, ponemos el vermut, el zumo de naranja, el agua y el sirope.
- Removemos con una cuchara larga.
- Colocamos los palitos dentro de nuestra polera. Yo tengo la ZOKU, y en esta receta de polos de Oreo podéis ver como funciona.
- En primer lugar pegamos la naranja a uno de lo bordes del molde para que quede fija.
- Luego cortamos las aceitunas de forma longitudinal, para que quede la forma redonda a la vista, las bañamos en sirope (si no resbalan a tratar de adherirlas) y con ayuda de un palillo las pegamos también en las paredes del molde.
- Ahora vertemos la mezcla y esperamos a que ser hagan los polos.
La formula de esta receta ha sido resultado de varios ensayos; el método de prueba y error, y finalmente el resultado es muy rico, porque el sabor es de auténtico vermut, pero con el zumo de naranja y el sirope queda muy dulce y está rebueno!
CONSEJOS:
- Colad el zumo de naranja si queréis que el resultado de la mezcla sea más lisa.
- Tened un poco de paciencia, las preparaciones con alcohol tardan un poquito más en congelar… en este caso el doble del tiempo de lo habitual.
- Queda bien presentarlos así en una bandeja sobre un montón de hielos para que cada uno se sirva según le apetezca y no se derritan demasiado rápido.
- Se pueden tener listos los polos con antelación y envolverlos en film transparente para sacarlos en el momento en que se vayan a consumir. Cuidado con extender bien el film para que no queden las arrugas marcadas en el polo.
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