En el somni se une cocina, música, cine, pintura, poesía con la ayuda de la más puntera tecnología. Juan Roca me dice que se inspiraron para concebir el sonmi en el banquete que Francois Vatel, maestro de ceremonias del “Príncipe de Condé”, organizó para el rey Luis XIV y que consistió en una espectacular recepción que duró tres días y tres noches.
En la mesa, ilustres invitados, como Miquel Barceló; premio Principe de Asturias de las Artes, Lisa Randall; física teórica, Josep Pons; director de orquesta, Harold McGee; prestigioso escritor norteamericano especializado en gastronomía, entre otros… La idea es poner en juego los cinco sentidos en un espacio rodeado de pantallas, sonidos y olores. Un homenaje también a Wagner y a la tecnología invisible.
En los seis primeros actos se sirven manjares como una “esfera líquida de leche de tigre” un “aire de higo chumbo del cabo de Creus”, o una “salsa de mole con rosas a la brasa”.
En los seis que le siguen; una “oca a la royale y cotas de sangre de remolacha”, o el “helado de masa madre” sobre un plato que respira y que tuve la ocasión de probar en la cena que precedió a esta charla con Joan.
La cena finaliza con un homenaje a la infancia a través de una “nube de algodón de azúcar, con toques de flores, miel, gominolas y mariposas”.
Durante el ágape se narra la historia de la Astrid, una ninfa acuática. En cada acto, que se corresponde con un plato, se escucha una música, una escena, se sirve un plato, en una vajilla especial para ese plato, para ese acto, se sugieren al comensal ideas (romanticismo, primavera, lectura) plamadas en una baraja de cartas que están presentes durante la velada, como herramienta de inspiración. Son la cartas Barcelona, creadas para el Somni por Franc Aleu y el ilustrados Peret.
Fotos de las cartas: web de El somni.
El somni nació con vocación de ser representado en diferentes ciudades del mundo, pero Jordi me reconocía la noche anterior que entraña gran dificultad trasladar toda la estructura que acompaña este gran espectáculo que es El Sueño. Con lo cual no descartan instalarse de manera fija en una ciudad. Por el momento, dice Joan, el proyecto del Somni habrá de estar sometido a las extraordinarias circunstancias que representan estar en el lugar en el que ahora se encuentra el Celler de Can Roca.
Sobre El somni se grabó un documental que será presentado en el próximo Festival de Cine de Berlín.
Con el “Plat de Pá” ( plato de pan) del diseñador industrial Andreu Carulla, fabricado en aluminio y que representa diferentes rebanadas de pan que unidas todas ellas conforman un pan completo, Joan Roca alude al elemento básico presente en todas las culturas y muy especialmente en la cocina tradicional catalana.
La máxima expresión del simbolismo en el menú del Celler, lo encontramos en el plato “Comerse el mundo”. Donde cada bocado representa un país al que han viajado; México, Perú, China, Marruecos, y Japón. Es una declaración de principios; el mundo es un lugar maravilloso, fuente de inspiración de sus elaboraciones y hay que cuidarlo, buscar la sostenibilidad. Para Joan es importante trabajar con los productos de proximidad, pero sin renunciar a lo que viene de otros países, como el tomate que nos llegó de México y que hoy es fundamental en la cocina catalana.
Visitando la fantástica bodega de los Roca, de la mano de Pitu, los símbolos vuelven a estar presentes. Nos acompañó a través de 5 pequeñas estancias donde atesora aquello que más le gusta o inspira: El champagne, el riesling, el Borgoña, el Priorato y el Jerez ….. En cada una de ellas, sobre una mesa, encontramos objetos…. seda, terciopelo, pizarra, pequeñas bolitas de acero cuyo ruido al caer recuerdan a la alegría chispeante del champagne, alusivos a las sensaciones que le producen cada uno de ellos.
Mientras nos explica por qué le gustan, suena una música y se proyectan unas imágenes en una pantalla plana. Un germen del Somni tal vez?
“Efectivamente”, asiente Joan Roca.