Prepararos para ver macarons en las próximas semanas. Creo que me ha convertido en adicta a este “dulce de alta costura” como le han venido en llamar. No sólo a su sabor delicado sino al hecho mismo de su elaboración. Hacer macarons es tan relajante como hacer punto, pilates, pintar un cuadro, oír música clásica, o leer un buen libro. Cuando se acaba el proceso y se ve el resultado se siente una inmensa satisfacción.
Tengo varios libros sobre macarons, el primero que me compré llevaba por título; “Macarons, 30 recetas del bocadito perfecto”. Es una edición sencilla pero encierra increíbles combinaciones como la de los macarons de azafrán y cardamomo que tengo que hacer!
Pero no paré hasta conseguir el libro de macarons más bonito del mundo; el de Ladurée. En realidad encierra un compendio de postres elegantísimos que combinan unos colores pastel, donde abunda ese verde tan característico de esta casa fundada en 1862. El verde que he tratado de reproducir en los macarons que veis.
La maravillosa historia de Ladurée comenzó por aquel entonces, cuando Louis Ernest Ladurée abrió su primera panadería en centro de París, concretamente en el número 16 de la Rue Royale, en uno de los que resultó ser los barrios más pujantes y elegantes de la capital. Combinando la cafetería y la pâtisserie parisinos nació más tarde uno de los primeros salones de té de París.
En 1997 se inaguró el salón de té de Los Champs Elysees, mi preferido. Con el tiempo se ha convertido en todo una institución parisina de obligada visita por los gourmandises, golosos, locales.
Y poco a poco se ha ido implantando en otras ciudades del mundo, como Londres, Tokio, Nueva York…. Os recomiendo echéis un vistazo al post que redacte hace unos meses sobre los macarons de esta casa en Ginebra. Podéis verlo Aquí.
Dentro de los dulces, los macarons me parecen la cosa más fina y elegante para regalar o para aportar a una cena. Yo los conocí es esa precisa circunstancia. Estaba invitada a una velada en una casa en París a la que iba a acudir gente muy elegante. Una pareja se presentó con unos pastelitos pequeños de distintos colores a cual más ideal. Eran los macarons. No los había visto en mi vida y me enamoré en el acto. Creo incluso recordar que llegué a perder la compostura comiendo más de la cuenta!
No me pude, qué digo! no me quise resistir.
Siguiendo las estaciones y como si se tratara de colecciones de moda, el pastelero Philippe Andrieu va creando dos veces por año sabores nuevos y diferentes.
Ladurée es una celebración de lo dulce y lo femenino; por cada sabor de sus creaciones hay una amplia paleta de colores. El rosa delicado, el morado intenso, y su emblemático verde pastel, que es el que yo he elegido para la receta de hoy.
Esta firma comprende así diferentes colecciones y colaboraciones con otras grandes marcas como Nina Ricci…
Visitar su página web, es un placer para la vista y un padecimiento para el paladar, será ver y no tocar…. pero os van a entrar unas ganar irresistibles de haceros con el material necesario y abordar la aventura macaron!
Hace ya tiempo puse a vuestra disposición este estupendo tutorial, que siguiendo paso a paso os llevará a obtener unos macarons como los que veís; hechos con la técnica del merengue italiano con la que se consiguen claramente mejores resultados.
Necesitamos: Almedra molida, azúcar glass, claras de huevo viejas, colorante verde y azúcar normal. En el paso a paso al que os remito tenéis las cantidades exactas, los tiempos y las instrucciones para conseguir unos perfectos macarons.
Contad con que desde que tenéis la intención de hacerlos hasta que los veáis terminados van a pasar al menos dos días, porque las claras habrán de estar separadas 48 horas de las yemas.
Para el relleno de vainilla es preciso: 75 g de mantequilla blanda, 1 cucharadita de esencia de vainilla, 200 g de azúcar glass. Batimos y dejamos enfriar. Rellenamos con ayuda de una cuchara pequeña.
Después de barajar varias posibilidades, me ha parecido elegante la combinación del tono verde empolvado con el tono crema, que es sin duda uno de los divertimentos de hacer macarons; combinar colores. Soy de tonos suaves.
Como afirma Ladurée, su objetivo es crear belles choses; cosas bonitas. Y no hay para mí cosa más estimulante que crear cosas bonitas con mis propias manos y que además sean dulces y se puedan comer!!