Con ingredientes muy básicos podemos preparar un plato de lujo de una forma rápida y sencilla. Esta es una crema de berros que no tiene ninguna complicación. Perfecta para una cena íntima, con pocos amigos. El plato requiere un montaje de última hora, y por lo tanto es mejor reservar esta receta para cuando los comensales son pocos.
Me encantan los platos pequeños, o con pequeña cantidad de comida. Si hay quien los ve ridículos por su escasez, quizá debería saber que son el comienzo de una larga serie de pequeñas degustaciones, y que al final todo el mundo se va a quedar más que satisfecho.
La primera vez que me senté en la mesa de Bulli me esperaban 38 platos. Y no podrían ser de otra forma sino diminutos. Nadie se quedó con hambre. Más bien al contrario. Nos tomamos dos pausas de descanso saliendo a la terraza y contemplando la Cala Montjoi para ir digiriendo sin prisa aquel festival de sabores.
A mí me sucede mucho que frente a un menú, o ante el mostrador donde se exhiben a una inmensa variedad de helados, me siento frustrada por no poder probarlo todo!! por tener que elegir! Y correr el riesgo además de no acertar.
Para eso es perfecto un menú en pequeñas raciones. Es más laborioso sin duda para el que recibe, pero para el invitado es fantástico poder probar seis platos en lugar de dos, y tres postres en lugar de uno.
Aquí os dejo una propuesta que bien puede se el comienzo de una magnífica cena.
Ingredientes:
– 200 g de berros (o canónigos).
– 1 patata.
– 1 cebolla dulce.
– 50 g de mantequilla.
– 500 g de caldo de verdura.
– 100 g de salmón marinado (o ahumado).
– 50 g de queso fresco o queso de Burgos.
– 1 lámina de hojaldre.
– Aove.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º. Extendemos la lámina de hojaldre y recortamos varios circulos con ayuda de un cortador cilíndrico, o algo que se le parezca. Yo usé el cubilete de la Thermomix.
Colocamos los circulos sobre el papel de horno y los horneamos más bien en la parte de arriba hasta que veamos que está doraditos.
Mientras, en una cacerola pochamos la cebolla picada en la mantequilla durante unos 15 minutos. Añadimos el caldo de verdura (yo con un cubito de caldo concentrado), los berros y la patata y dejamos cocer 15 minutos más. Trituramos y pasamos por el chino para que esté bien suave.
También podemos hacer la crema con la Thermomix; pochando la cebolla a 100º, vel 1, sin cubilete, y luego cociendo los berros en la misma temperatura, con el cubilete puesto y con los mismos tiempos. Trituramos en vel progresiva 3/9. No haría falta el chino.
Emplatamos colocando en primer lugar una base de hojaldre, sobre ella un trocito de salmón enrollado como un canutillo, un poco de queso fresco y una hoja de berros o canónigos para adornar.
Se muestra así ante el comensal y posteriormente, y en su presencia, se sirve la crema de forma individual. Por favor! que nadie lleve la cacerola a la mesa. No me lo vayáis a estropear! Procurad presentarla en una jarrita o salsera para añadirla elegantemente al plato.
Dejad finalmente caer unas gotitas de Aceite de oliva virgen extra desde un aceitero bonito, donde habremos vertido nuestro zumo de oliva para la ocasión.