Esta semana toca dulce. He cogido la manga pastelera y me cuesta volver a guardarla en su sitio. Además, desde que descubrí esta crema de mantequilla y merengue, suave y dulce como una mousse, parece que estoy buscando la excusa de volver a hacerla una y otra vez.
Esta tarta tan vistosa la vi hace mucho tiempo en El invitado de Invierno. Un blog que sigo y que me encanta. Sin embargo no he podido hacerla hasta hoy. Porque aunque Miriam la hace con dos bizcochos pequeñitos uno sobre otro, a mi se me antojaba hacerla de una sola pieza. Y claro, no tenía el molde!
Y lo que más rabia me daba es que lo tuve hace no mucho, delante de mis narices. Fue en Jonh Lewis en Londres. Una tienda estupenda que es el paraíso de los reposteros y cocinillas. Pero el molde y yo nos encontramos en mal momento…. Entre las bolsas que ya acumulaba en el hotel y las que llevaba en la mano, no soportaba ya más peso…. y me refiero al de la conciencia. Con lo cual, por sólo 10 libras, allí lo dejé.
Pero seguí pensando en él mucho tiempo.
Hace unas semanas, mi angel de la guarda, hada madrina, o quien sea que se ocupe de esas cosas…. se me apareció por teléfono: “Me voy a Londres con mis amigas….quieres que te traiga algo?”.
Ya recuperada de mi despilfarro en cacharritos de hacía unos meses, era el momento de darle el SI a aquel cilindro de 18 cm de diámetro con el que inclusó llegué a soñar alguna noche. Y por si acaso tenía nuevos remordimientos encargué también otro de 20.
Así pues, ya estoy perfectamente equipada para perpetrar tartas de altura! y ésta ha sido la primera!
Ingredientes para el bizcocho:
– 400 g de harina de repostería.
– 250 g de azúcar.
– 1 sobre de levadura Royal.
– 50 g de cacao (yo de tienda especial de repostería)
– 1 cuchara sopera de bicarbonato.
– 180 g de aceite de oliva.
– 250 cc de agua.
– 250 cc de leche.
– mantequilla para engrasar el molde.
Preparación: Yo la hice en Thermomix porque es más cómodo, pero la podéis hacer con una batidora en un bol. Primero tamizamos la harina, y luego junto con el cacao, el azúcar, el bicarbonato y la levadura batimos 15s vel 3. A continuación, añadimos el resto de los ingredientes y batimos de nuevo en vel 6 hasta que esté todo bien integrado; 30 s en Thermomix.
Con el horno precalentado a 200º, engrasamos un molde (el mío de 18 cm de diámetro por unos 10 de alto) con un poco de mantequilla o margarina y vertemos la mezcla. Lo dejamos unos 40 minutos, hasta que la aguja salga limpia. Si no teneis la fortuna de disponer de ese molde podeís hacerlo en dos veces y colocar un bizcocho sobre otro, pero ojo! en un molde de diámetro pequeñito. O si no, os sadrá una tarta como para un cumpleaños con 40 invitados. ;D
Una vez tenemos el bizcocho, yo suelo darle la vuelta y dejar la parte de abajo, que es más lisa, como parte de arriba. De ésta forma su apariencia es más uniforme y se decora mejor.
A continuación, preparamos el frosting de mantequilla y merengue suizo que os enseñé el otro día y que empleé para decorar mis cupcakes de navidad. Para hacerlo sólo necesitáis azúcar, mantequilla y claras de huevo y queda genial!.
Ya animada con la experiencia cupcake, me vi más segura a la hora de cubrir esta tarta haciendo dibujos a modo de rosas.
No sabéis lo emocionante o divertido que es… y si sale bien, lo contenta que se queda una!
Si no os atrevéis, podeís simplemente cubrir la tarta y dejarla lisa. O rellenarla también por el medio con el mismo frosting. Yo sólo la cubrí por fuera.
Es una tarta muy especial, para días puntuales, cumpleaños, aniversarios, o Navidades.