A un par de post de acabar el año! Todas nuestras cocinas ya huelen a Navidad. A recetas de postres especiales, a platos sofisticados, a panettones (el próximo año me animo), y a aperitivos vestidos de etiqueta.
No quería despedir el año, mi primer año en estos asuntos, sin dejaros esta receta sencillísima y exquisita. Es un canapé de salmón. Sé que lo del salmón está muy visto, y también sé que todos tenemos cierta atracción por él.
Y que cada vez que, bien en mi casa, bien en casa de los amigos, me presento con esta versión todos me hacen la ola una y otra vez.
Se saben ya la receta porque siempre me la piden, y lo cierto es que la llevo haciendo tanto tiempo que no sé muy bien si me la inventé o la obtuve de algún bar de pinchos de San Sebastián, por pura deducción, en ese caso, pues nunca pido recetas en los sitios en los que como.
Aquí los tengo vestidos de fiesta, esta noche me voy a casa de unos amigos a tomar una copita navideña y pienso aparecer con ellos en su versión elegante.
Pero la última vez que los tomamos, y fue con los mismos amigos, lo hicimos en pleno campo, en la zona de Ribabellosa. Me llevé el relleno en un tupper y en una cajita unas tostas. A los que nos gusta comer, cuando vamos de pic-nic también lo hacemos muy bien! ;D
Ingredientes:
– 200 g de salmón ahumado.
– 150 g de jamón york.
– Mahonesa, yo Hellmann’s.
– Cestitas de hojadre de Ikea.
Preparación: No sé si va a ser necesario que os haga alguna indicación porque está claro que lo que hay que hacer es picar el salmón y el jamón y mezclarlo con mahonesa. Hay dos factores que pueden hacer que varíe el sabor o textura del canapé. Yo, por ejemplo, si tengo tiempo, prefiero cortar tanto el salmón como el jamón con tijeras, en trocitos diminutos, queda mejor. El otro tema es el de la mahonesa, no hay que quedarse corto, para que no parezca una pasta, ni tampoco pasarse y que quede excesivamente graso.
Lo siento, pero éste es un tema de prueba y error, y no os puedo decir cantidades porque siempre lo hago “a ojo”.
Este es el resultado y están deliciosos. También los podéis servir sobre tostas rectangulares, o cuadraditos de bimbo, o rebanadas tostadas de pan. Según la ocasión y la situación.
En mi caso, hoy, irán así de bien emplatados, porque vamos a brindar por la Navidad y por la buena suerte para todos.
Mañana es el famoso día de la lotería de Navidad. Y por hacer la gracia he querido relacionar el sorteo de ese lote tan super chulo de Mandisign que ya conocéis todos, con ese evento que tanta expectación suele crear.
Nosotros, confieso, compramos sólo dos númeritos casi por aquello de “no vaya a ser que toque” en los clásicos sitios donde se compra en grupo; la empresa y esas cosas…. No somos de jugar. No quiero desilusionar a nadie, pero una vez leí que era más probable sufrir un accidente aéreo que ganar jugando a la lotería. Y mira que lo primero es altamente improbable, aun con Ryanair y todo.
Pero la cosa tiene su gracia, hay que reconocerlo, y forma parte de nuestra cultura y nuestras costumbres navideñas.