Esta Nochebuena me ha tocado encargarme de preparar un postre. Nos solemos repartir los platos entre los más cocinillas, salvo el capón que es tradición que lo haga la abuela porque lo borda. Además de los turrones solemos acabar la cena con un plato dulce y para esta vez he pensado en presentarme con una sopa dulce de almendras que es típica de estas fechas en Madrid y la zona de Castilla. No la van a conocer, así que será una sorpresa.
La sopa de almendras dulce es una elaboración muy fácil que se puede tener preparada con antelación de uno o dos días. Se toma fría, y su sabor es parecido al del mazapán.
Hay varias versiones de esta sopa navideña; hay quien le infusiona con limón, hay quien le incorpora trozos de pan…
La receta que os dejo es la que más me ha gustado. Para hacerla me he ayudado de la Thermomix; sobre todo en el paso de moler la almendra, que antiguamente se hacía en un mortero. Vaya mérito!
En las pastelerías, en estas fechas, venden también “pasta de almendra” que se puede utilizar en lugar de la almendra cruda molida. En cualquier caso no es gran dificultad hacerla en casa con los medios con los que actualmente contamos; así que quizá lo más sencillo sea comprar la almendra cruda, eso sí, de buena calidad pues es evidente que cuando mejor sea más sabrosa y más rica estará esta sopa.
Ingredientes:
– 250 g de almendra marcona.
– 100 g de azúcar glas.
– 1 litro de leche entera.
– 1 ó 2 ramas de canela.
– 1 cucharada de maicena.
– Láminas de almendra para decorar.
Preparación: En un vaso echamos un poquito de leche fría y disolvemos en ella la Maicena. Reservamos. En un cazo ponemos a calentar el resto de la leche con la canela y cuando llegue al punto de ebullición apartamos del fuego y dejamos reposar para que queda bien aromatizada.
Molemos la almendra y la incorporamos junto con el azúcar a la leche removemos y dejamos cocer unos 15 minutos, añadimos después la Maicena disuelta y seguimos removiendo unos minutos más.
Tras retirar la rama de canela, yo he pasado la sopa por un colador para encontrarla más fina, pero eso ha sido cosa mía. Podéis prescindir de este paso.
Vertemos la sopa a un bol y la dejamos enfriar. En el momento de servir se adorna con almendras en láminas o también con piñones. Y si queréis darle un toque de color, puede irle bien unas hojitas de menta, aunque yo le he puesto un poquito de romero que me parecía que por su forma le daba un toque más navideño.
Nuestra sopa ya está lista para degustar. Una receta navideña con tradición, que es una perfecta alternativa o complemento al turrón. Refrescante después de una copiosa cena o comida y que por no ser tan conocida es seguro que resultará un éxito en cualquier mesa del norte donde en general no se conoce ni se estila.